Revolución industrial y movimiento obrero

Revolución Industrial y Movimiento Obrero

                   

(Tinjaca, 2010).

La revolución industrial cuyo origen fue en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, con la que se forjaron una serie de cambios en el desarrollo del sector agrícola, en el progreso industrial, la industria textil, las industrias siderúrgicas y metalúrgicas y en el transporte; esta última trajo consigo la invención de máquinas a vapor que sirvió para la elaboración de grandes buques y de la locomotora, generando gran beneficio al desarrollo comercial, en el transporte marítimo y en los ya existentes; los cambios a nivel científico y en la medicina fueron un factor fundamental en el crecimiento de la población, ya que con ellos se logró eliminar las grandes pestes y mejorar la calidad de vida de las personas, generando la necesidad de más empleo; esta revolución trajo consigo una serie de cambios a nivel mundial, para instaurarse en países como Francia, Alemania y Estados Unidos. Con la demanda de trabajo, de mano de obra y la explotación que los trabajadores sufrían a diario en sus jornadas laborales, y al concientizarse de esto, se dio como resultado el movimiento obrero y las asociaciones que estos conformaron dando origen a las primeras sociedades sindicales, las cuales se formaron con el fin de establecer unos derechos y beneficios que les permitieran vivir de una mejor manera (Hernández, 2004).

Algunas de las más importantes revueltas sindicales son:

En Inglaterra:

La Grand Consolidated Trades Unions, fundada por Robert Owen, en la cual se afiliaron más de 500 mil afiliados (Hernández, 2004).

La National Association of United Trades, en la que consiguieron una jornada laboral de diez horas (Hernández, 2004).

La Gran Liga del Norte o la Carta del Pueblo, aparece en el Movimiento Cartista, con el que se pudo elegir Diputados a la Cámara de los Comunes, considerándose la primera acción política de un sindicato y también la primera organización que descubrió su poder en el ámbito político (Hernández, 2004).

De igual forma en Londres, se da lugar al primer Congreso Internacional de Trabajadores en el año 1864, conocido como La Primera Internacional Socialista, en la que se contó con la participación del padre del Socialismo Científico, Karl Marx, y en la que destaca la creación de La Asociación Internacional de los Trabajadores (Hernández, 2004).

En Francia en el inicio de estos movimientos no se obtuvo buenos resultados, se prohibieron las asociaciones entre los diferentes gremios por medio de la ley Chapellier, la muerte de sus directivos pertenecientes a la Sociedad de los Iguales, estos hechos produjeron la resistencia de los trabajadores hasta conseguir su primer triunfo la abdicación del monarca, con lo que nace una nueva Francia en la que se legisla los principales derechos laborales, entre ellos el de asociación; años más tarde se funda La Federación de Obreros Socialistas de Francia, la cual se convertiría en el Partido Socialista Francés,  y a inicios del siglo XX, se da origen a La Confederación General del Trabajo (Hernández, 2004).

Alemania, sigue a Inglaterra y Francia, generando las primeras organizaciones sindicalistas, algunas teniendo influencias como las de Marx y Engels, de orientación religiosa, resaltando el pluralismo ideológico  (Hernández, 2004).

En Estados Unidos de América se generaron las primeras células sindicales hacia el año 1869, de las cuales cabe resaltar la huelga originada en Massachusetts ocurrida el 1º de abril de 1886, cuyo objetivo era el establecimiento de una jornada laboral máxima de 8 horas recordada como el “Acontecimiento de Chicago”, siendo la Federation of Organized Trades and Labors Unions of the United Stated and Canada, la que programo una reunión para los trabajadores el 1º de mayo con la que se pretendía la reducción de horas laborales máxima a 8 horas, y aunque para muchos no obtuvo resultados positivos, para otros este acontecimiento fue un hecho que tuvo gran influencia a nivel mundial, pues consiguieron establecer en la mayoría de países industrializados la jornada laboral máxima de 8 horas, y también se instauro como día mundial del trabajo al 1º de maño de cada año, en La Segunda Internacional Socialista que se realizó en parís en el año 1889, aunque para Estados Unidos este día se celebra el 1º de septiembre  (Hernández, 2004).

Hernández (2004) menciona al 8 de marzo como un acontecimiento trágico para el movimiento obrero de este país, en el que murieron 129 mujeres incineradas en la lucha para reducir su jornada laboral máxima a 10 horas y la igualdad salarial frente a los hombres, es por este hecho que se celebra el 8 de marzo el día internacional de la mujer, instaurado por las Naciones Unidas.

Para Latinoamérica las primeras organizaciones sindicales surgen en México, Argentina, Chile y Perú, en el Siglo XIX, en el resto de los países se da a inicios del Siglo XX, al adquirir sus trabajadores conciencia de sus derechos y necesidades (Hernández, 2004).

Realizado por Diana Carolina Conde Urrea.

Referencias bibliográficas:

Hernández, F. (2004). El sindicalismo en Colombia implicaciones sociales y políticas (tesis). Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. Tomado de:http://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere6/DEFINITIVA/TESIS29.pdf

Tinjaca, J. (3 de octubre, 2010). Historia del movimiento obrero. [Archivo de video]. Recuperado de:https://www.youtube.com/watch?v=lv-YX9YGtgU